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sábado, 3 de marzo de 2012

Sobre la libertad de ideas, la libre propagación de la información y sus peligros (II)

Continuamos con la segunda y última parte. Si no has leído la primera, te recomiendo que lo hagas pinchando aquí.

Hay un punto en el que la libertad de ideas y el libre intercambio de información parece diferenciarse de la opresión y la supresión, y se encuentra en el peligro. La amenaza.
Así como no podemos medir la felicidad de la población, tampoco podemos medir la amenaza de la libertad, pero es claro que existe.
Mientras que en sociedades donde la supresión es la regla, la amenaza parece dirigirse únicamente hacia los que ostentan el poder, en sociedades liberales la amenaza podría ser dirigida, no de manera consciente, hacia los mismos propagadores.

Hay varios ejemplos de esto. Uno de los más peculiares es el asesinato de Alexandr Litvinenko, un exagente ruso quien fue intoxicado con el isótopo 210 del polonio, el cual es radiactivo. Es obvio que su asesino tenía conocimientos de física, más allá de los que se imparten en clases regulares. Quien sabe, tal vez fuese un físico realmente, o un aficionado a la ciencia, lo cierto es que existen muchos detalles sobre elementos radiactivos naturales en la red y en libros de fácil acceso.

domingo, 26 de febrero de 2012

Sobre la libertad de ideas, la libre propagación de la información y sus peligros (I)

A través de la historia humana, el saber ha ido avanzando, podría decirse que dando tumbos. Épocas donde florecía el intercambio de ideas, los genios tan numerosos que parecían salir de debajo de las rocas, los imperios se volvían ricos y poderosos y una aparente paz solía disfrutarse en el ambiente.
Pero estas épocas podría decirse que son como islas, donde el mar del conformismo, la ignorancia, el tumulto, el abuso y la oscuridad les rodea; y el hombre debido a su afán intrínseco de aventurero se adentra en las aguas, buscando y navegando siempre hacia islas nuevas y tal vez mejores.
Claro que, siguiendo con la metáfora, estos mares serían mucho más fáciles de navegar sino fuesen tan bravíos y atacasen a todo lo que pasa entre ellos.

Pero, ¿qué es mejor? ¿sumir a la población en un estado de conformismo, de aniquilación de curiosidad y creatividad; o permitir la libertad de ideas y dejar que la diversificación de pensamiento tome el rol activo, en lugar de la supresión?
Muchos, tal vez la mayoría, asegurarían que la libertad es el camino, obviamente influenciados por su bagaje cultural en donde la libertad de expresión está presente, pero este hecho es relativamente nuevo en la humanidad y hasta hace no muchos siglos la esclavitud, la omisión de ideas y la caza de “personas diferentes” eran algo absolutamente normal y que incluso muchos intelectuales de la época veían sin escandalizarse y sin reparar en ello.